Pocos fuera de México saben que el estado en el que se encuentra la Riviera Maya se llama Quintana Roo. Y, seguramente, a menos aún les suene el nombre de su capital: Chetumal. Nosotros, antes de llegar a México, tampoco habíamos escuchado hablar de ella. Nuestro objetivo en el sur de Quintana Roo, el enorme municipio de Othón P. Blanco del que Chetumal es capital, era encontrarnos con sitios arqueológicos maya menos concurridos y, según lo que habíamos leído y visto en fotos, tan espectaculares como los más famosos. Al fin y al cabo, el antiguo cacicazgo maya de Chactemal controló en su día todo lo que hoy es el sur de Quintana Roo y el norte de Belice. Allí tenía que haber “chicha”…

Te adelantamos que ese objetivo lo cumplimos con creces pero, además, caímos rendidos a los pies de Chetumal. Una ciudad tranquila y segura. Lejos de los circuitos turísticos. No particularmente bonita en cuanto a arquitectura porque, aunque en su día tuvo que ser espectacular, el huracán Janet la arrasó casi por completo. Pero tan agradable de pasear que, sin darnos cuenta, nos quedamos allí una semana. Te contamos todo lo que hay que ver en Chetumal y sus alrededores, ese poco conocido municipio de Othón P. Blanco ¿Te convenceremos de salir de la Riviera Maya para, un poco más al sur de Bacalar, encontrarte con un México distinto? Aquí también hay restos maya, también hay playas, también hay naturaleza… Y hasta un nombre marketiniano tan poco conocido –por lo menos por nosotros– como los “de verdad”: Grand Costa Maya.

Ven a Chetumal y sus alrededores con nosotros. Porque Quintana Roo no es solo Cancún, Playa del Carmen o Tulum…

El Boulevard Bahía de Chetumal y sus atardeceres

Si nos preguntas qué es lo primero que tienes que ver en Chetumal, lo tenemos claro, el Boulevard Bahía: el paseo marítimo, en México malecón, que bordea toda la parte urbana de la Bahía de Chetumal. Urbana, pero que todavía conserva parte de sus manglares. No hubo tarde en la capital de Quintana Roo, y pasamos unas cuantas, que no paseáramos por él. Y es que los atardeceres desde allí son preciosos.

El Boulevard Bahía, con sus 20 km, es el más largo de toda la Península de Yucatán, así que vamos a ser un poco más concretos. Puedes empezar por la Explanada de la Bandera, con su obelisco patriótico, el Palacio del Gobierno y, sobre todo, los puestos de marquesitas. ¡No puedes irte de Chetumal sin tomarte una! A nosotros nos encantaron las de Emiliana.

Muy cerca está el Muelle Fiscal Nachi Cocom, el muelle del que salen los barcos hacia la vecina Belice. Al otro lado de la Explanada de la Bandera está la Fuente del Pescador y el letrero “Chetumal, aquí inicia México”. Desde aquí los atardeceres son preciosos.

También puedes llegar hasta el faro. Si estás con ganas de más paseo, sigue por los tres kilómetros del Corredor Escultórico con sus 17 esculturas, desde la Concha Acústica hasta el Monumento al Manatí.

El Museo de la Cultura Maya

Si hay un museo que tienes que visitar en Chetumal es el Museo de la Cultura Maya, el museo más grande de Quintana Roo. No es tan moderno como el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida o el Museo Maya de Cancún, se nota que tiene unos añitos más, pero también es interesante.

La visita al Museo de la Cultura Maya de Chetumal es un viaje por los tres planos del cosmos maya: la tierra, el inframundo y la bóveda celeste, siempre girando en torno a la ceiba, su árbol sagrado. Los tres niveles y la ceiba están representados en el museo, en el que hay también maquetas, estelas, joyas, pinturas… Aquí tienes la información para la visita.

Más casco histórico: museos y casonas anglocaribeñas

Los otros museos de Chetumal no son ni tan grandes ni tan importantes, pero, si tienes tiempo y eres muy de visitar museos como nosotros, puedes pasarte a echar un vistazo.

El más curioso es la Maqueta de Payo Obispo. Payo Obispo es el nombre que tuvo Chetumal hasta 1937. Entonces, las casas de la ciudad eran, en su mayoría, de madera y de estilo anglocaribeño, como en Belice o Jamaica. Hablamos de casas construidas sobre el nivel del suelo, pintadas de colores brillantes y con celosías de madera en las ventanas. ¿Qué pasó con todas esas casas? Pues pasó el huracán Janet en 1955 arrasando prácticamente todas. La Maqueta de Payo Obispo es una recreación de la Chetumal anterior al huracán según los recuerdos de su autor, Luis Reinhardt McLiberty.

Uno de esos edificios anglocaribeños hospeda la Casa de la Crónica –de acceso gratuito–, con fotos sobre la historia reciente de la ciudad. Allí encontrarás fotos y la ubicación de las otras casas de ese estilo que se han conservado. Anímate a buscarlas en Chetumal.

También es gratuito el Museo del Faro, ubicado en el antiguo faro de Chetumal. Por último, si quieres conocer más sobre la historia de la ciudad, desde la Chactemal maya hasta nuestros días, tienes que visitar el Museo de la Ciudad.

La zona arqueológica de Kohunlich

Hemos dicho que el municipio de Othón P. Blanco nos atraía por sus poco visitadas zonas arqueológicas maya. Habíamos leído sobre ellas, pero cuando vimos la reproducción de sus mascarones en el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida decidimos que teníamos que ir a Kohunlich. Ya sabes cuál es el lugar que tienes que ver en los alrededores de Chetumal.

A unos 70 km de la ciudad, esta zona arqueológica es conocida sobre todo por su Templo de los Mascarones, construido entre los años 500 y 600. En su día, los lados de su escalinata principal estaban decorados con ocho grandes mascarones de casi dos metros de altura. Cinco se han conservado, incluso con algo de su policromía. Se cree que representan al dios solar Kinich Ahau. Estar frente a ellos es todo un privilegio. Sorprende pensar en cuánta gente hay cada día en Chichén Itzá y qué poca había allí. Por cierto, cuidado con los escalones del templo, ¡vaya caída de culo más espectacular! Kinich Ahau me salvó de romperme algún hueso…

Aquí tienes la información sobre la visita a la zona arqueológica de Kohunlich. Tendrás que contratar una excursión o cerrar el precio con un taxista para llegar, no hay transporte público.

Las zonas arqueológicas de Dzibanché y Kinichná

A unos 80 kilómetros de Chetumal está la que creemos que es la zona arqueológica maya más sorprendente de todo Quintana Roo y de todas las que visitamos en México, que fueron unas cuantas. Hablamos de Dzibanché. Porque si de Kohunlich nos esperábamos esos mascarones, nada nos había preparado para lo que encontramos en Dzibanché.

Dzibanché es el área arqueológica más grande e importante de esta parte de México. Unos 40 kilómetros cuadrados de diferentes conjuntos monumentales a cuál más grandioso. Era pasar de uno a otro, subirse a sus templos, admirar sus vistas, descubrir sus relieves y no parar de alucinar.

A unos 3 kilómetros de Dzibanché está otra área arqueológica con el mismo acceso: Kinichná. Parece que fue un complejo funerario con tumbas de gobernantes divinos. Su acrópolis de tres niveles y sus templos distribuidos en grupos de tres que visitamos en total soledad también nos dejaron con la boca abierta.

Aquí tienes la información para visitar Dzibanché y Kinichná. Al coste de la entrada hay que añadir el que te cobra la comunidad local por pasar en coche. Algo muy poco oficial, pero difícil de evitar. Como a Kohunlich, aquí tampoco se puede llegar en transporte público.

Mahahual

Nos vamos a un sitio bastante más turístico, también por estar mejor comunicado: hay autobuses de ADO y Caribe –una compañía de segunda– desde Chetumal y Bacalar. Hablamos de Mahahual. El que fuera pueblo pesquero, es hoy la perla de la Grand Costa Maya, vecina mucho menos conocida de la Riviera Maya. Es también un sitio muy tranquilo… cuando no hay cruceros. Porque es parada de los grandes cruceros que recorren el Caribe ¡y puede haber hasta cuatro en un día! Nosotros preguntamos en la oficina de turismo de Chetumal qué día no había cruceros y allá que fuimos.

A Mahahual se va, básicamente, a disfrutar de su playa y de su fauna marina. En el malecón puedes contratar una excursión en barco con snorkel y ¡a ver corales y, con suerte, tortugas! Después, reponer fuerzas comiendo un ceviche con vistas al mar. Nosotros lo hicimos en el Nohoch Kay y estaba muy rico.

Calderitas, la Bahía de Chetumal y Oxtankah

Podríamos incluir Calderitas entre los lugares que ver en Chetumal, porque está pegada a la capital –aunque solo se puede llegar en taxi–. De hecho, muchos chetumaleños van allí a comer pescado y marisco con vistas a la Bahía de Chetumal incluso entre semana. El plato más típico aquí es el pescado al pil-pil. Nosotros no fuimos a la hora de la comida, pero nos recomendaron El rincón de las tortugas.

Nuestro objetivo era, en realidad, visitar otra zona arqueológica: la de Oxtankah. No es tan grande ni tan impresionante como las de Kohunlich, Dzibanché y Kinichná, pero está mucho más cerca de Chetumal –a 16 km, 6 km de Calderitas–. De hecho, según algunos historiadores, sería la antigua Chactemal maya, la que dio origen al nombre de Chetumal.

Lo que hace única la zona arqueológica de Oxtankah es que aquí se levanta una capilla cristiana de los tiempos de la Conquista española, del siglo XVI o XVII. Todavía se conservan el altar, el espacio dedicado a la sacristía y el gran arco atrial. Este sitio es famoso porque se dice que fue aquí donde el náufrago español Gonzalo Guerrero y la princesa maya Zazil-Há, hija del cacique Nachán Can, gobernante de Chactemal, se habrían unido para dar vida a los primeros mestizos. Aquí tienes la información para la visita.

La ribera del Río Hondo

La Bahía de Chetumal es también el lugar donde desemboca en el Mar Caribe el Río Hondo. Río que en la mayor parte de su curso, unos 115 km, marca la frontera entre Belice y México. Su ribera está llena de balnearios: rincones naturales con instalaciones donde es posible bañarse en las aguas del río. El más cercano a Chetumal es El Chorro, también nos hablaron de Palmar y El Estanque –te los ponemos todos en el mapa–. Incluso hay un cenote rodeado de selva, en la frontera sur con Belice: el cenote del Cocodrilo Dorado. Puedes bajar caminando o ¡haciendo kayak y rapelando su pared de 80 metros!

A nosotros nos llevaron hasta el Río Hondo unos chetumaleños en coche –no hay transporte público– y la verdad es que solo paramos… ¡a comer! Íbamos a ir un día a la zona, pero se estropeó el plan y paramos a cenar de vuelta de Dzibanché y Kinichná. Si no fuera por la música a tope que, por lo visto, les encanta a sus clientes beliceños, el Restaurante Bar El Botanero sería el restaurante ideal: porciones enormes, gran calidad y buen precio. ¡Cómo estaba ese ceviche! Por cierto, si quieres puedes cruzar a Belice en uno de los muchos botes que hay junto al restaurante. ¿Hay puesto fronterizo? No… ¿qué tal ser inmigrante ilegal por un día?

Las lagunas de Othón P. Blanco

Nuestro plan, que se estropeó en su momento, preveía, de camino al Río Hondo, parar en la Laguna Milagros, en el pueblo de Huay-Pix, y en Xul-Ha. Las dos forman un gran sistema lagunar junto con la laguna de Bacalar, otras pequeñas lagunas, el Estero de Chac y el propio Río Hondo. La laguna de Xul-Ha es famosa por sus rápidos y los estromatolitos, esas estructuras minerales tan características que también hay en la laguna de Bacalar.

¡La próxima vez será!

Bacalar y su laguna

Aunque no esté en el municipio de Othón P. Blanco, no podíamos dejar de mencionar Bacalar entre los lugares que ver en Chetumal y sus alrededores. Es el sitio más turístico de la zona, pero sigue lleno de encanto y es muy fácil llegar desde la Riviera Maya. Te hablamos de todo lo que tienes que hacer en Bacalar y su laguna de los siete colores en otro artículo.

Mapa de los lugares que ver en Chetumal y alrededores

Aquí tienes nuestro mapa de los lugares que visitar en Chetumal y sus alrededores, el municipio de Othón P. Blanco, más el vecino Bacalar. Como ves, las distancias son bastante grandes.

Dónde dormir: hoteles en Chetumal

Nosotros dormimos en el Hotel Villa Fontana. La ubicación es perfecta: junto al mercado municipal y muy cerca del Museo de la Cultura Maya y del terminal de ADO del centro de la ciudad. Las habitaciones son sencillas, con aire acondicionado, bastante grandes y limpias, y el personal es simpático. Si no te acaba de encajar, echa un vistazo a más hoteles de Chetumal.

Cómo llegar a Chetumal y cómo moverse: aeropuerto, estaciones de ADO y tren maya

En Chetumal hay aeropuerto y pronto, junto a él, habrá una parada del Tren Maya. De momento, lo más normal es que llegues en autobús, ADO o alguno de segunda. Hay líneas hacia las ciudades más turísticas de Quintana Roo: Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Bacalar…

Ojo, hay dos terminales de ADO: la del centro y la de Avenida de Insurgentes con Veinte de Noviembre. Los ADO desde las grandes ciudades llegan a esta segunda y no hay autobuses urbanos que las conecten. Tendrás que ir en taxi de allí al centro. Pon atención a los precios, los taxistas ven pocos turistas aquí y se aprovechan… Nosotros pagamos 30 pesos para ir al centro y nos habían llegado a pedir el 150.

Ay, Chetumal, ¡qué daríamos por estar allí ahora viendo una puesta de sol desde tu malecón!