Por Jesús Osilia | Bloguero de viajes y promotor turístico.
Cuando se habla del barrio Lastarria muchos señalan que es bohemio y glamoroso, que es cool o chic. Yo le agregaría además una cualidad de naturaleza más bien personal o que es atribuible a una persona, y diría entonces que el barrio Lastarria tiene carisma.
El barrio Lastarria reúne un conjunto diverso de rasgos o características que le otorgan una personalidad atrayente para propios y extraños, para residentes y visitantes de la ciudad.
Es un auténtico oasis urbano, céntrico y aun así muy tranquilo, con calles cortas y envolventes de escasa circulación y un maravilloso entorno arbolado que se disfruta en los espacios adyacentes del cerro Santa Lucía y en el Parque Forestal. Un lugar de encuentro y esparcimiento en donde se respira un aire gastronómico y cultural difícil de equiparar, pero que en esencia sigue siendo un espacio residencial con espíritu propio claramente diferenciable.
Los orígenes del barrio Lastarria se remontan a la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, luego de la transformación del cerro Santa Lucía en paseo público en 1874, así como la creación del Parque Forestal en 1905 y la construcción, en 1910, del edificio que hoy alberga al Museo Nacional de Bellas Artes y al Museo de Arte Contemporáneo.
En el plano regulador de la Ilustre Municipalidad de Santiago, el barrio Lastarria (o Mulato Gil, como se le conoce en menor medida) queda inmerso dentro de la declaratoria de «Zona Típica y Pintoresca del Barrio Santa Lucía-Mulato Gil de Castro-Parque Forestal» establecida en 1998, y abarca un sector triangular claramente definido cuyo vértice oriental se acerca a la Plaza Baquedano, con el Parque Forestal al norte, la avenida Libertador Bernardo O’Higgins (mejor conocida como Alameda o Alameda del Libertador Bernardo O’Higgins) al sur, y el cerro Santa Lucía al poniente.
No falta también quien extienda un poco las fronteras hacia el poniente y hable entonces del Barrio Lastarria-Bellas Artes como un todo homogéneo en razón de la cercanía entre uno y otro, la evolución histórica de ambos y los sitios de interés compartidos: parques, museos y galerías, centros culturales y expositivos, restaurantes y cafés, cines, teatros, librerías, tiendas de diseño…, y más importante aún, por la percepción que de ello tienen los propios residentes.
Numerosos hitos brillan con luz propia dentro del espacio geográfico comprendido entre los barrios Lastarria y Bellas Artes, muchos de ellos con una impronta histórica destacable como la Iglesia de la Veracruz, construida en 1857, o el cerro Santa Lucía, que entre 1872 y 1874 pasó de ser un promontorio yermo y rocoso aprovechado como cantera –incluso como última morada para aquellas personas a quienes por una u otra razón (principalmente por no ser católicos) se les negaba dar sepultura en el cementerio de la ciudad– a elegante y concurrido paseo urbano con caminos adoquinados para el paso de los carruajes, fuentes ornamentadas, plazas y terrazas balaustradas, jardines, esculturas, arcos conmemorativos y hasta una ermita.
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Junto con el cerro Santa Lucía, el Parque Forestal es otro de los elementos que da vida y contribuye con el ambiente de tranquilidad y aparente aislamiento que se disfruta dentro del barrio, si bien no son más de seis cuadras las que lo alejan de la Plaza de Armas.
El Parque Forestal es un corredor verde que rodea al río Mapocho desde el puente Pío Nono hasta llegar al Centro Cultural Mapocho en un recorrido de unos 2 kilómetros aproximadamente, pasando por la Fuente Alemana, los jardines del Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Contemporáneo hasta llegar al Mercado Central de Santiago.
Colindando con el Parque Forestal se encuentra el Palacio Bruna (Merced 230), construido entre 1916 y 1921 por el empresario Augusto Bruna como residencia familiar, aunque tuvo que venderlo sin haberlo habitado. Fue usado como residencia del embajador de Estados Unidos y más tarde como consulado de ese país. Es monumento histórico desde 1981 y actualmente es usado como sede de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo.
El eje central del barrio Lastarria –y de quien toma su denominación– es la calle José Victorio Lastarria, destacado escritor y político chileno (1817-1888). A poco de entrar en ella, desde la Alameda y del lado izquierdo, se abre una estupenda terraza a nivel de calle con una extraordinaria oferta de restaurantes y cafés, con mesas, tapasoles y calefactores de patio para hacer más placentera la velada en los fríos días invernales.
Más adelante está la Iglesia de la Veracruz y unos pasos más allá un paseo peatonal que termina en la calle Merced. En este lugar se realiza una feria de antigüedades, artesanías y libros usados (jueves a domingos). A mitad del paseo se encuentra la plazoleta Mulato Gil de Castro con el Museo de Artes Visuales (MAVI) y el Museo Arqueológico de Chile, además de algunos buenos restaurantes y bares de tapas.
En la Alameda del Libertador Bernardo O’Higgins se encuentra el Centro Cultural Gabriela Mistral. El peculiar edificio que lo alberga fue construido entre 1971 y 1972 para ser la sede de la III Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo. Una vez finalizada, se le traspaso al Ministerio de Educación y fue rebautizado como Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral. Poco después, con el golpe de Estado de 1973 y debido a los daños sufridos por el Palacio de La Moneda, el edificio fue destinado como sede del nuevo gobierno militar. Desde 2010 acoge las más diversas manifestaciones artísticas y escénicas.
Hay muchos lugares para comer o tomarse un trago al final de la tarde, ya en los lugares mencionados como en las calles cercanas.
¿Cómo llegar al Barrio Lastarria?
Se puede ir en auto propio (hay estacionamientos), pero lo mejor es ir en el subterráneo. La estación del Metro de Santiago más cercana a la calle José Victorio Lastarria y al Centro Cultural Gabriela Mistral es la de Universidad Católica (Línea 1). También se le puede llegar desde la estación Santa Lucía (Línea 1) y desde la estación Bellas Artes (Línea 5).
Gastronomía y cultura en el Barrio Lastarria, un imperdible en Santiago de Chile.
