Esta encantadora población, de apenas 800 habitantes, que se encuentra en el departamento de Finisterre al oeste de la Bretaña, parece extraída de las páginas de un cuento. No en vano ha sido incluida dentro de la denominación “pequeños pueblos con carácter” además de estar considerada como uno de los “pueblos más bonitos de Francia”. Es sin duda uno de los lugares imprescindibles que visitar en vuestra ruta por la Bretaña, especialmente si visitáis el suroeste de la región.

Paseando por la Grand place

Cualquier duda que tengáis podéis escribirnos un mail o consultar en la oficina de turismo de Locronan, que estarán encantados de ayudaros.

El floreciente pasado de Locronan

El origen de la ciudad se remonta a la época celta, cuando se creó un németon, espacio sagrado relacionado con los doce meses del año. Posteriormente, en el siglo XI la llegada desde Irlanda del eremita Ronan significó la cristianización del territorio.

Tierra fecunda en cáñamo y lino de gran calidad, a partir del siglo XIV la población se dedicó a la fabricación y comercio de este tipo de telas, en especial de velas para embarcaciones. Fue tal su prestigio que se exportaron a otros lugares del continente. Las velas fabricadas en los talleres de Locronan abastecieron los barcos de armadas tan importantes como la española, francesa e inglesa, lo que supuso un gran auge económico para la ciudad.

A ello hay que añadir el culto a san Ronan y la llegada masiva de peregrinos que acudían a visitar su tumba, así como diversas dispensas fiscales otorgadas por los duques de Bretaña. Todo este glorioso pasado se refleja en el rico patrimonio arquitectónico de la ciudad y en sus diversas tradiciones.

Casas típicas de Locronan

Descubriendo el encanto de Locronan

Después de dejar el coche en una zona de aparcamiento, nos dirigimos al centro de la población a través de su vía de entrada principal, la rue du Prieuré. Ya de entrada nos impactó la figura de la esbelta iglesia de Saint-Ronan que se vislumbraba a lo lejos, pero conforme íbamos avanzando la imagen de la iglesia y la capilla adyacente de Pénity se iba haciendo cada vez más espectacular.

Locronan (Francia)

Es imposible describir con palabras la magia que desprende Locronan, una de aquellas poblaciones con encanto que parecen congeladas en el tiempo. Aquí no vemos las típicas casas bretonas de entramado de madera sino hermosas casas de granito azulado, uno de los testimonios del poderío económico de la ciudad entre los siglos XV y XVIII.

Casas de granito de Locronan

Todo está cuidado al detalle para que no se aprecie el paso de los siglos: los edificios de granito muy bien conservados, la instalación eléctrica disimulada, los carteles de las tiendas siguiendo un patrón tradicional; solo algunas señales de tráfico nos conectan con la actualidad. No es de extrañar que numerosos cineastas hayan elegido Locronan como escenario de sus films de época, pues la ambientación por sí misma es perfecta. Películas tan famosas como Tess (1979), de Roman Polanski ; Chouans (1987), de Philippe de Broca o Un long dimanche de fiançaille (2004), de Jean-Pierre Jeunet, han sido rodadas en Locronan.

Locronan, Francia

La Grand Place

Primero visitamos La Grand Place o place de l’Église que es el corazón de la ciudad. Presidiendo la plaza se alza, majestuosa, la iglesia de Saint-Ronan y adosada a ella la capilla de Pénity (capilla de la Penitencia). Alrededor de la plaza se conservan numerosas mansiones de granito azulado edificadas entre los siglos XVII y XVIII. Entre ellas se encuentra la Maison Gautier, una antigua casa de tejedores que destaca por su imponente escalera de caracol interior. Hoy alberga la Librairie celtique, especializada en la historia y costumbres de Bretaña.

Librería céltica

También se halla el antiguo Hôtel de la Compagnia des Indes (Palacio de la Compañía de las Indias), destinado al comercio de especies y de productos de lujo; le Bureau des Toiles de la cité des tisserands (Oficina de las telas de la ciudad de los tejedores), donde se comprobaba la calidad y buen estado de las telas. Después de dar el visto bueno, las telas se transportaban hasta el puerto de Douarmenez, para su exportación.

Grand Place de Locronan

Complementa el encanto de la plaza un bello pozo en el centro. Si queréis descansar un poco o simplemente tomar algún refresco tenéis una magnífica oportunidad en alguno de los bares y terrazas que pueblan la plaza mientras disfrutáis de una vista espectacular, como si se tratara del decorado de una película histórica. 

Pozo

Iglesia de Saint-Ronan y capilla de Pénity

La iglesia de Saint-Ronan, declarada Monumento Histórico en 1846, destaca por su imponente torre y su hermoso pórtico. Construida en estilo gótico flamígero en el siglo XV, fue financiada por los duques de Bretaña que sentían una gran devoción por san Ronan y al que acudían a orar para que les concediera descendencia, como es el caso de Ana de Bretaña. El interior de la iglesia cobija numerosas esculturas de santos adosadas a las columnas, además de un hermoso púlpito policromado que data del siglo XVII, decorado con unos medallones donde se narra la historia de san Ronan.

Iglesia y capilla de Locronan

Adosada a la iglesia se encuentra la capilla de Pénity, de principios del siglo XVI que contiene el cenotafio de san Roman. Detrás de la iglesia se halla el típico cementerio bretón. Llama la atención la gran profusión de cruces de granito que hay, una sobre cada lápida.

Otros lugares de interés de Locronan

Locronan es una población pequeña que se visita en muy poco tiempo por lo se puede aprovechar para callejear por las calles y plazas circundantes. Hay rincones que son dignos de postal.

Locronan

Justo al lado de la Grand Place se encuentra el edificio del Ayuntamiento y la Oficina de Turismo, donde podéis solicitar información, así como un mapa de la ciudad. Por toda la población encontraréis numerosas tiendas especializas en productos típicos de la zona, así como diversas pastelerías donde venden los sabrosos kouign-amann, entre otros deliciosos dulces bretones.

Boulangerie

La peculiaridad de Locronan ha atraído a numerosos artistas y artesanos por lo que no es difícil encontrar en sus calles numerosos talleres y tiendas de artesanía.

Rincones de Locronan

Partiendo de la plaza de la iglesia, la calle Moal os conducirá a otro lugar con mucho encanto que es donde se halla la Capilla Notre-Dame-de-Bonne-Nouvelle, de los siglos XV y XVII, cuyas vidrieras fueron realizadas en el siglo XX, según los diseños de Alfred Manessier. Junto a la capilla se halla un Calvario y la Fuente de Saint-Eutrope, del siglo XVII. Este bello conjunto se halla emplazado en un espacio natural de gran belleza.

El Museo de Arte Charles Daniélon conserva una interesante colección de pinturas bretonas, así como también algunas esculturas, entre ellas una de Ana de Bretaña.

Tradiciones de Locronan

Locronan es uno de aquellos lugares que ha sabido conservar muy bien sus tradiciones relacionadas con su pasado celta, si bien la mayoría han sido adaptadas al cristianismo. Una de las más espectaculares es La Gran Troménie, dedicada al culto de san Ronan, aunque está relacionada con el németon sagrado de época celta. Se trata de una procesión que se celebra cada seis años, en el mes de julio. Los peregrinos, ataviados con los vistosos trajes bretones y portando los estandartes de sus respectivas parroquias, discurren a través de los campos durante doce quilómetros. El trayecto está marcado por doce estaciones señalizadas con sendas cruces de granito y cuarenta y dos altares improvisados que albergan la estatua de un santo.

Locronan medieval

La Pequeña Troménie, tiene un recorrido de seis Km y se celebra en julio de cada año. La festividad de El pan de los muertos, que se celebra el primero de noviembre, bebe también en la tradición celta. Era la noche donde se comunicaban los vivos con los muertos. La tradición El árbol de mayo, se celebra en el mes de mayo. Los jóvenes de la población que alcanzan la mayoría de edad ese año plantan un haya en la plaza, árbol que para los celtas significaba el despertar de la naturaleza.

Playas cerca de Locronan

Aunque Locronan no está al borde del mar, hay muchas playas cercanas. Una de ellas es Sainte-Anne la Palud, en Trefeuntec, a 7 Km de Locronan. Es una playa muy bella con las montañas arboladas que alcanzan el mar. Un poco más lejos, a unos 10 Km se encuentra Douarnenez y sus maravillosas playas.

Posando en la playa Sainte-Anne-la Palud (Trefeuntec)

Playas cerca de Locronan

¿Dónde comer en Locronan?

En la rue du Prieuré, la calle de entrada de la población, hay varias creperías, nosotros cenamos en la Crêperie Ar Bilig. Elegimos un menú que constaba de un crep de trigo negro (blé noir) + un crep dulce + una bebida a elegir. A decir verdad, estaba todo riquísimo y el precio era muy asequible. Quedamos tan contentos que al día siguiente volvimos a repetir.

¿Dónde dormir cerca de Locronan?

Nosotros nos alojamos en el Hotel Relais de Trefeuntec, en Trefeuntec, a 150 metros de la playa de Sainte-Anne la Palud. Se trata de un pequeño y acogedor hotel de estilo puramente bretón rodeado de naturaleza, y donde se respira una tranquilidad absoluta. Los responsables del hotel son muy amables y siempre se prestan para ayudar a los huéspedes en todo lo que puedan.  Sólo por la magnífica playa que tiene, tendréis ganas de volver antes a descansar.

Aparcamiento en Locronan

Nosotros estacionamos el coche en un gran aparcamiento al aire libre antes de entrar en la población, pues esta es peatonal. Se pagan cuatro euros, pero puedes dejar el coche durante todo el día si lo deseas. Pero atención, a partir de las 18,30 h es gratuito.

Locronan romántica