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Razones para viajar a El Salvador

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El Salvador, una joya escondida en el corazón de Centroamérica, ha emergido como un destino turístico ilusionante gracias a la combinación de su belleza natural, su rica herencia histórica y el sorprendente y deseado aumento en la seguridad del país. Este coqueto rincón de América Central, el cual ha superado sus desafíos pasados, se ha convertido en un paraíso esperando ser explorado a fondo. Con complejos de poderosos e impresionantes volcanes, rutas arqueológicas encargadas de narrar tras sus muros la historia más antigua de la región, hermosísimas ciudades coloniales capaces de despertar la nostalgia en cada fachada, las rutas del café o de las flores con las que embelesar a los visitantes así como numerosas propuestas de turismo rural para conectar con la autenticidad del país y ser receptores de un trato amigable y hospitalario. Sin olvidar al Oriente salvaje, el cual deja destapar la belleza natural de playas ideales para convertirse en una de las nuevas Mecas del surf.

Cría de tortuga yendo a desovar a una playa de El Salvador

Son, en realidad, muchas y buenas las razones para viajar a El Salvador, el más pequeño de los países centroamericanos, aunque con toda su grandeza aguardando a que decidas pasar a la acción para descubrir sus muchas maravillas.

VIAJAR A EL SALVADOR, UN SECRETO QUE ESPERA SER CONTADO

El país de los grandes recorridos y las pequeñas distancias

El Salvador, a pesar de su modesto tamaño, es un país que enriquece a los viajeros y viajeras de todo el mundo con la atractiva posibilidad de experimentar grandes y emocionantes recorridos cubriendo, a su vez, distancias asumibles para apreciar panoramas completamente heterogéneos. Con solo 21.041 km², se trata de la nación más pequeña de América Central, pero su reducida extensión se traduce en un inmenso y auténtico teatro de diversidad. En pocas horas, los visitantes pueden cambiar de paisajes de manera radical, desde las cálidas playas del Pacífico hasta las frescas y elevadas montañas de la Cordillera del Bálsamo. Esta singularidad geográfica permite que los visitantes aprovechen al máximo su tiempo y, de ese modo, descubrir múltiples facetas de este encantador país en un solo día.

Paisaje de El Salvador

Las distancias cortas entre destinos turísticos hacen de El Salvador un lugar idóneo para aquellos que buscan una aventura rica en experiencias sin perder tiempo en desplazamientos largos. Imagina comenzar el día explorando los misteriosos restos arqueológicos de Joya de Cerén, una «Pompeya de América», y luego conducir una hora para sumergirte en las aguas termales de Santa Teresa, en las faldas del volcán Tecapa. Por la tarde, podrías recorrer las coloridas calles de la Ruta de las Flores, donde cada pequeño pueblo te brinda un vistazo a su cultura y arte únicos. Además, no importa si prefieres las olas del océano, la tranquilidad de los lagos o la aventura en la montaña, porque El Salvador tiene todo lo que necesitas al alcance de la mano.

Son muchas las razones para viajar a El Salvador

El país de los volcanes

El Salvador alberga un complejo de volcanes imponentes que ofrecen una experiencia única para los aventureros. Aventurarse a las cumbres de volcanes como el Santa Ana, el Ilamatepec o el Izalco (apodado como «El faro de América») es una oportunidad para disfrutar de impresionantes vistas panorámicas, mientras que la laguna de cráter del Santa Ana, también conocida como el «Lago de Coatepeque», invita a relajarse en sus aguas termales naturales. Además, los volcanes de San Salvador y San Vicente ofrecen excelentes rutas de senderismo. Hasta catorce de estos grandes fenómenos montañosos atesora el Parque Nacional Los Volcanes, el cual, como no podía ser menos, brinda la oportunidad de explorar y acceder a la cima de estos colosos de fuego. No cabe duda que los volcanes de El Salvador son verdaderas maravillas geológicas que permiten a los visitantes experimentar la magia de la actividad volcánica en un entorno seguro y accesible.

En El Salvador hay gran cantidad de volcanes que visitar

El país de las maravillas arqueológicas

Para los amantes de la historia y la cultura, El Salvador ofrece un viaje fascinante a través de su pasado precolombino. En las rutas arqueológicas del país, los viajeros pueden descubrir las antiguas civilizaciones que habitaron estas tierras mucho antes de la llegada de los conquistadores. Sitios arqueológicos como Joya de Cerén, conocido como la «Pompeya de América» porque sucumbió a una erupción volcánica, revelan la vida cotidiana de los mayas en esta región. De hecho, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993 por su espectacular estado de conservación. Tazumal, otro importante yacimiento arqueológico dentro de los numerosos sitios hallados en Chalpuapa, impresiona con su arquitectura monumental y sus imponentes estructuras piramidales. San Andrés, con sus vestigios bien preservados, y Cihuatán, que muestra el esplendor de culturas de origen maya, son paradas esenciales en este viaje al pasado. Recorrer estas rutas arqueológicas es como abrir un libro de historia al aire libre y desentrañar los misterios de los antiguos pueblos prehispánicos que dejaron una profunda huella en El Salvador.

Parque Arqueológico Tazumal en El Salvador

El país del café en América Central

A pesar de su pequeño tamaño, El Salvador cuenta con una de las mayores y mejores producciones de café en territorio centroamericano. Para los amantes del café o, simplemente, para quienes deseen explorar un aspecto fundamental de la cultura salvadoreña, se creó hace algunos años la llamada «Ruta del Café», la cual aglutina los lugares donde saborear, conocer y disfrutar de esta atractiva faceta.

La Ruta del Café en El Salvador ofrece una amplia gama de oportunidades para que los visitantes se sumerjan en la cultura del café en este país. En las diversas actividades que se realizan en las zonas cafetaleras, los viajeros tienen la posibilidad de participar, dependiendo de la temporada, en cada etapa del proceso de producción del café: desde la cosecha y recolección de los granos, hasta su selección, secado, tostado y, finalmente, disfrutar de una taza de café de alta calidad reconocida a nivel internacional.

Recolectando café en El Salvador

Además, es importante destacar que la mayoría de los cultivos de café se encuentran a elevadas altitudes, oscilando entre los 900 y más de 1600 metros sobre el nivel del mar. La excelencia del café salvadoreño se ve influenciada por las técnicas agrícolas empleadas, el enfoque artesanal en su producción, la particularidad de los suelos de origen volcánico y el compromiso de los productores con la calidad en cada fase del proceso.

Este emocionante viaje por los senderos del café también ofrece la oportunidad de disfrutar de otros atractivos turísticos en los destinos incluidos en la ruta. Los visitantes pueden realizar caminatas en escenarios paisajísticos cautivadores en un entorno de aire puro, participar en deportes extremos en medio de bosques de café, deleitarse con vistas impresionantes que incluyen el Lago de Coatepeque y el Volcán de Izalco, observar aves en áreas naturales, explorar artesanías locales, saborear la singular gastronomía de la región y alojarse en una variedad de hoteles donde recibirán una cálida hospitalidad, característica de la gente salvadoreña.

El café es toda una experiencia a la hora de viajar a El Salvador

El país de las flores y de la arquitectura colonial

El Salvador es un país rico en historia y cultura, y esto se refleja en sus encantadores lugares y pueblos coloniales que forman parte de la famosa Ruta de las Flores. Esta ruta, ubicada en la región occidental de El Salvador, ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la arquitectura colonial, la artesanía local y la belleza natural de la zona. Uno de los lugares destacados es Ataco, un pueblo pintoresco conocido por sus calles empedradas, casas de colores vibrantes y una vibrante escena artística. Los visitantes pueden explorar las tiendas de artesanías, degustar la gastronomía local y disfrutar de murales coloridos que adornan las calles.

Otro pueblo colonial encantador en la Ruta de las Flores es Juayúa, famoso por su mercado de alimentos los fines de semana, donde se pueden degustar una variedad de platos típicos salvadoreños y productos locales. Además, Juayúa cuenta con hermosas iglesias coloniales y parques que ofrecen un ambiente tranquilo y acogedor para los visitantes. En Ahuachapán, otro punto de parada en la ruta, los visitantes pueden disfrutar de las aguas termales en el Balneario de Santa Teresa y explorar las calles adoquinadas del centro histórico, donde se encuentran edificios coloniales bien conservados. Por último, Apaneca es un pueblo colonial que destaca por su entorno natural impresionante, rodeado de montañas y cafetales. Los visitantes pueden realizar caminatas, paseos en bicicleta y recorridos por las fincas de café para aprender sobre el proceso de producción del café salvadoreño.

Saliéndonos ya de la célebre Ruta de las flores nos encontramos con la que probablemente sea la localidad con mayor riqueza del periodo hispánico. Y ese no es otro que Suchitoto. Municipio con un glorioso pasado en las montañas del departamento de Cuscatlán. Suchitoto te seduce por su arquitectura colonial bien preservada, sus calles empedradas y esa atmósfera tan especial que logra trasladarte a tiempos pasados. Los edificios históricos de Suchitoto, incluyendo la iglesia de Santa Lucía y el teatro, son ejemplos notables de la influencia colonial española en la región. Además alberga una próspera comunidad de artistas locales, y permite deambular entre galerías y talleres, donde se exhiben artesanías de gran valor.

Suchitoto (El Salvador)

El entorno natural que rodea a Suchitoto no es baladí. Esta localidad se encuentra situada a orillas del lago Suchitlán, en el cual es posible llevar a cabo paseos en lancha, observación de aves y, en definitiva, disfrutar de la contemplación de la belleza natural.

El país del surf y del Oriente salvaje

Las impresionantes olas del océano Pacífico acarician los 321 kilómetros de costa de El Salvador, atrayendo la atención de surfistas de todas partes del mundo. Oriente Salvaje en El Salvador se ha convertido en un epicentro del surf gracias al proyecto «Surf City». Este proyecto es una iniciativa del gobierno salvadoreño que tiene como objetivo desarrollar y promover la región como un destino de surf de clase mundial. Surf City se centra en el área costera pacífica, aprovechando su belleza natural y su potencial para el turismo de surf. Desde hace algunos años se ha invertido en la mejora de la infraestructura en la región, incluyendo carreteras, accesos a las playas, instalaciones de alojamiento y servicios turísticos, lo que ha facilitado el acceso de surfistas y turistas a las playas, mejorando por completo la experiencia así como dando un impulso a la economía local. Sin perder el ojo, por supuesto, en la sostenibilidad y la conservación del entorno natural. ¿Cómo? Implementando medidas para proteger las playas, los manglares y la biodiversidad del área, asegurando que el esta modalidad turística sea respetuosa con el medio ambiente.

Muchas personas se animan a viajar a El Salvador para practicar sur en sus playas del Pacífico

El país del turismo rural

El turismo rural desempeña un papel fundamental en la economía y el desarrollo sostenible de El Salvador. Esta forma de turismo permite a los visitantes explorar las áreas rurales del país, conectarse con la autenticidad de la vida salvadoreña y contribuir al crecimiento económico de las comunidades locales. La importancia del turismo rural en El Salvador se manifiesta en varios aspectos como la diversificación económica que repercuta directamente en las poblaciones rurales y alejadas de los grandes centros urbanos. O el fomento necesario de la conservación del entorno natural e incluso a nivel de cultura y patrimonio.

El turismo rural es una de las razones para visitar El Salvador

El glamping, una tendencia emergente en el mundo del turismo, ha encontrado su espacio en El Salvador como parte de las nuevas opciones de turismo rural que combinan la comodidad con la naturaleza. Este país ofrece a los viajeros la oportunidad de sumergirse en entornos naturales impresionantes sin sacrificar la comodidad y el lujo. Desde tiendas de campaña lujosas en la playa con vistas al océano Pacífico hasta eco-lodges en medio de la exuberante selva tropical, el glamping en El Salvador permite a los visitantes disfrutar de una experiencia única en la que la aventura se combina con el confort, convirtiendo el turismo rural en una escapada inolvidable.

Glamping en El Salvador

El país de las ballenas

El avistamiento de ballenas emerge como uno de los espectáculos más asombrosos e inolvidables que ningún viajero debería omitir. No hay parangón con la vivencia de hallarse a escasos metros de la criatura más monumental que haya existido en la faz de la Tierra. En la sosegada villa de pescadores de Los Cóbanos, en el occidente de El Salvador, numerosos de estos magníficos cetáceos efectúan su escala anual durante los meses comprendidos entre noviembre y abril, antes de proseguir con su migración desde Alaska hasta Ecuador.

Ballena jorobada en El Salvador

El avistamiento del desove de tortugas en El Salvador es una experiencia mágica que ocurre en las playas más cautivadoras del país, especialmente durante la temporada de anidación. Las playas de San Diego, Los Cóbanos, y Jiquilisco son algunos de los destinos más destacados para presenciar este asombroso fenómeno. Aquí, las tortugas marinas, incluyendo la tortuga golfina, la tortuga prieta y la tortuga carey, eligen las cálidas arenas para poner sus huevos durante la noche. Observar a estas majestuosas criaturas desovar bajo la luz de la luna es una experiencia conmovedora y única que permite a los visitantes conectarse con la belleza natural y la importancia de la conservación de estas especies en peligro de extinción.

Cría de tortuga yendo a desovar a una playa de El Salvador

 

El país de las aves

Se calcula que más de 500 especies de aves se dejan ver de manera permanente u ocasional en El Salvador. Pero, si debemos elegir un lugar para practicar turismo ornitológico y llevarnos los prismáticos y la cámara de fotos esa es la Bahía de Jiquilisco. Esta zona del litoral constituida por una red de esteros y canales despliega un asombroso espectáculo de vida al albergar una diversidad de aves migratorias y residentes que pueden ser fácilmente admiradas durante un relajante paseo en lancha a través de este bosque de manglares salados. Este sitio, reconocido como un Sitio Ramsar de importancia internacional (se añaden aquí los mejores humedales a nivel mundial), destaca por su riqueza biológica, ofreciendo la oportunidad de avistar aves acuáticas y playeras en medio de los densos manglares, a lo largo de la orilla o en vuelo en nuestros cielos majestuosos.

Aves en El Salvador

Sólo la Bahía de Jiquilisco alberga más de 280 especies de aves, lo que representa el 48% de las especies registradas en el país. Entre estas, destacan el ostrero americano, el chorlito de Wilson, el Chorlito de collar, el charrancito americano y la garza cucharón, algunas de las cuales se consideran especies raras o en peligro de extinción.

El país de la buena mesa

La gastronomía en El Salvador representa una fusión de sabores arraigados en la rica herencia cultural del país. Destacándose en el corazón de la cocina salvadoreña se encuentra la famosa «pupusa», una exquisita tortilla rellena de queso, chicharrón, frijoles o loroco, servida con curtido y salsa de tomate. Las pupusas son un deleite que se encuentra en cada rincón del país, un verdadero plato emblemático que no debe perderse.

Las pupusas son religión en El Salvador. Uno de los principales platos de la cocina salvadoreña.

Otro platillo que cautiva es el «yuca con chicharrón», compuesto por yuca frita acompañada de trozos crujientes de cerdo. Esta delicia se sirve junto con curtido, salsa de tomate y la refrescante bebida local llamada «horchata», una mezcla de arroz, canela y vainilla. Los amantes de los mariscos pueden disfrutar de manjares como el «ceviche de camarones» y la «mariscada», una sabrosa mezcla de mariscos frescos en una salsa de tomate picante. Además, los postres salvadoreños como los «tamales de elote», una especie de pastel de maíz dulce, y los «nuégados», bocadillos fritos y azucarados, ofrecen un toque final delicioso a esta rica tradición culinaria.

Ese país por descubrir… VIAJAR A EL SALVADOR

Al llegar al final de esta recopilación de razones para viajar a El Salvador, se puede entrever un tesoro que pocos turistas todavía han tenido el privilegio de descubrir. Este rincón de Centroamérica, a menudo pasado por alto, se erige como un destino sorprendente y auténtico que desafía toda expectativa. Con sus playas doradas, inmensos volcanes y pueblos coloniales que parecen detenidos en el tiempo, El Salvador ofrece una experiencia auténtica y poco trillada que fascina a quienes la exploran.

Amanecer en El Salvador

No cabe duda que en un mundo donde los destinos turísticos convencionales están abarrotados, El Salvador se presenta como un tesoro escondido que tiene mucho que ofrecer y que sin duda sorprenderá a quienes se aventuren a descubrirlo.

Sele

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